MAQUINA DE VAPOR
HISTORIA

La máquina de vapor ha sido el motor inicial de la Revolución Industrial que impulsa a la actualidad. En la máquina de vapor se basa la Primera Revolución Industrial que, desde fines del siglo XVIII en Inglaterra y hasta casi mediados del siglo XIX, aceleró portentosamente el desarrollo económico de muchos de los principales países de la Europa Occidental y de los Estados Unidos. Solo en la interfase que medió entre 1890 y 1930 la máquina a vapor impulsada porhulla dejó lugar a otros motores de combustión interna: aquellos impulsados por hidrocarburos derivados del petróleo.
Muchos han sido los autores que han intentado determinar la
fecha de la invención de la máquina de vapor atribuyéndola a tal o cual
inventor; intento que había sido en vano, ya que la historia de su desarrollo
estaba plagada de nombres propios. Desde la recopilación de Herón hasta la
sofisticada máquina deJames Watt, son multitud las mejoras que en Inglaterra y
especialmente en el contexto de una incipiente Revolución Industrial en los siglos
XVII y XVIII condujeron sin solución de continuidad desde los rudimentarios
primeros aparatos sin aplicación práctica a la invención del motor universal
que llegó a implantarse en todas las industrias y a utilizarse en el
transporte, desplazando los tradicionales motores, como el animal de tiro, el
molino o la propia fuerza del hombre. Jerónimo de Ayanz y Beaumont, militar,
pintor, cosmógrafo y músico, pero, sobre todo, inventor español registró en
1606 la primera patente de una máquina de vapor moderna, por lo que se le puede
atribuir la invención de la máquina de vapor. El hecho de que el conocimiento
de esta patente sea bastante reciente hace que este dato lo desconozca la gran
mayoría de la gente.
Máquina de expansión
Auspiciado por Josephs Black, ocupado en las investigaciones
que le conducirían al descubrimiento del calor latente, James Watt se propuso
mejorar la máquina de Newcomen, descubriendo en el curso de sus experimentos
que el vapor era una reserva de calor mucho más vasta que el agua y comprendiendo
que era necesario limitar todas las pérdidas de calor que se producían en la
artesanal máquina de Newcomen para disminuir el consumo de combustible,
principal inconveniente de estas máquinas. Analizando el problema identificó
las pérdidas debidas al propio cilindro, a la práctica de enfriar el vapor para
lograr el vacío necesario para mover la máquina y a la presión residual del
vapor. En sus experimentos posteriores, verdaderos trabajos científicos, llegó
a la conclusión de que el cilindro debía mantenerse a la misma.
Según sus palabras, mientras daba un paseo un espléndido
sábado por la tarde y meditaba sobre la máquina, una idea le vino a la
cabeza:como el vapor es un cuerpo elástico se precipitará en el vacío, y, si se
comunicara el cilindro con un depósito exhausto, se precipitaría en su interior
donde podría condensarse sin enfriar el cilindro. Sin embargo, el desarrollo y
perfeccionamiento del condensador separado dejó a Watt en la ruina y en 1765 se
vio obligado a buscar empleo y abandonar su trabajo hasta que, en 1767, John
Roebuck accedió a financiar sus experimentos y la explotación comercial de la
máquina a cambio de las dos terceras partes de los beneficios de la patente que
se obtuviera. En 1768 Watt construyó un modelo que operaba de manera
satisfactoria, aún imperfecta, y se presentó el año siguiente la solicitud de
la patente. Tras diferentes avatares económicos, Roebuck se desprendió de su
parte del negocio en favor de Matthew Boulton y juntos Boulton & Watt
finalmente llevarían a la práctica la invención de Watt y otros
perfeccionamientos.
La primera máquina se construyó en Kinneil, cerca de
Boroughstoness en 1774. A partir de entonces la historia de la máquina de vapor
será la de la firma Boulton & Watt, y casi todas las mejoras que se
introduzcan en ella serán obra del propio Watt; entre otras, el paralelogramo
de Watt, la expansión del vapor, la máquina de doble efecto (en la que el vapor
actúa alternativamente sobre ambas caras del pistón), etc.
Primeras tentativas
No se sabe a ciencia cierta si aquellas invenciones no
pasaron de ser meros juguetes y, aunque se ha supuesto que fueron empleadas
para mover objetos en los templos durante los rituales, no deja de sorprender
el hecho de que desde los tiempos de Herón no se hayan encontrado evidencias de
que el vapor se haya utilizado con un propósito práctico, aunque el
conocimiento del poder del vapor no llegara a perderse como demuestra la
descripción de Malmesbury del órgano de Reims que en 1120 se hacía sonar por el
aire que escapaba de un depósito en el que era comprimido por "agua
calentada".
Entre las reliquias de la civilización egipcia encontramos
el primer registro conocido de una máquina de vapor en el manuscrito de Herón
de Alejandría titulado Spiritalia seu Pneumatica. Los aparatos allí descritos
no se sabe con certeza si fueron obra del ingenio de Herón, porque él mismo
dice en su obra que su intención no es otra que recopilar las máquinas que ya
eran conocidas y añadir las inventadas por él. Nada en el texto indica quién pudo
ser el artífice de los dispositivos descritos y se sospecha que muchos puedan
ser, en realidad, obra de Ctesibio, de quien Herón fue pupilo.
La proposición 11 de Pneumatica describe un altar hueco
parcialmente, lleno de agua, sobre el que se halla una figura en cuyo interior
hay un tubo que termina sumergido en el agua. Al encender un fuego sobre el
altar, el aire de su interior se calienta impulsando el agua por el tubo, que
termina vertiéndose a través de la figura, simulando una libación que finalmente
sofoca el fuego. En la proposición 37 va un poco más allá y describe un
mecanismo animado por el fuego para la apertura y el cierre automáticos de las
puertas de un templo. En otras proposiciones describe mecanismos similares e
incluso dos motores a reacción, uno por aire caliente y otro por vapor de agua,
para hacer girar las figuras de un altar.
En 1825 el superintendente del Archivo de Simancas descubrió
una publicación de 1695 que relataba que en 1543 Blasco de Garay, oficial de la
marina española en el reinado de Carlos I, intentó impulsar un barco con ruedas
de palas movidas por una máquina de vapor. Del supuesto motor no se tienen
datos, pero si fuera cierto, el intento hubiera sido la primera vez que una
máquina de vapor se utilizara con un propósito práctico.
En 1601, Giovanni Battista della Porta describe un aparato
para elevar el agua por medio del fuego, similar al descrito por Herón pero
empleando vapor de agua para impulsar el líquido, y en 1615Salomón de Caus
describe un aparato similar para hacer funcionar una fuente. Pero la primera
patente de la que se tiene constancia documental es de Jerónimo de Ayanz y
Beaumont, que en 1606registra1 una máquina de vapor utilizada con éxito para el
desagüe de las minas de plata de Guadalcanal.
El común denominador de todos estos intentos es un tubo
sumergido hasta prácticamente el fondo del recipiente de agua por donde ésta
asciende al incrementarse la presión en la superficie libre del líquido,
trabajos directamente relacionados con los estudios teóricos de Galileo,
Torricelli, Pascal y Von Guericke sobre la presión atmosférica que condujeron a
mediados del siglo XVII al abandono de la teoría del horror vacui.
La primera máquina fue inventada por Eduard Somerset,
segundo marqués de Worcester, en 1663, y por su descripción es muy similar,
conceptualmente, a la fuente de Caus, si bien de la máquina de Somerset se
construyó un modelo en Vauxhall (cerca de Londres) en el castillo Rawlan en
torno a 1665, con el propósito de elevar el agua a los pisos superiores de la
construcción. Con las especificaciones técnicas escritas y las huellas dejadas
en los muros del castillo, Dircks —biógrafo de Somerset— pudo reconstruir la
máquina construida en Vauxhall.
Sin embargo, Somerset no pudo atraer los capitales
necesarios para producir y vender su máquina y murió en la pobreza. Este es,
posiblemente, el hecho que hace que se haya atribuido a Thomas Savery la
invención de la máquina de Somerset, sobre la que obtuvo una patente en 1698.
Conociendo, según afirman varios autores, los trabajos de su predecesor y en el
que influyó, sin duda, el proselitismo realizado por Savery, quien no dejó
pasar ocasión para mostrar su máquina. Entre ambos hay que mencionar a Samuel
Morland, maestro mecánico en la corte de Carlos II de Inglaterra, y residente
en Vauxhall, que construyó y patentó máquinas diversas, entre ellas versiones
mejoradas de la máquina de Somerset, sugiriendo Hutton que, en realidad, Savery
pudo tener un mayor conocimiento de los trabajos de Morland que los del propio
Somerset.
A pesar de todo, la máquina de Savery se introdujo en las
minas inglesas de forma muy limitada por el riesgo de explosión debido a un
incremento incontrolado de la presión en la máquina.Desaguliers relata que un
trabajador ignorante de la naturaleza de la máquina, a la que él había añadido
una válvula de seguridad inventada años antes por Denis Papin, «...colgó el
peso en el extremo de la romana para obtener más vapor y trabajar más deprisa y
añadió además un hierro muy pesado con consecuencias fatales, el vapor no fue
capaz de levantar semejante contrapeso y acumulándose en el interior de la
caldera provocó una gran explosión que acabó con la vida del pobre hombre».
Probablemente sea éste el primer accidente laboral con una máquina de vapor del
que se tiene constancia.
A diferencia de los dispositivos anteriores, en los que el
vapor actúa sobre la propia superficie libre del agua para impulsarla, Huygens
diseña en 1680 un aparato de pistón en el que el fluido es el aire caliente
producido en una explosión que al enfriarse y contraerse arrastra el émbolo,
elevando un peso. Años más tarde Papin (1690) sustituye el aire por vapor de
agua e, incluso, en una modificación posterior (1695) diseña un horno y
generador de vapor de gran eficiencia, con el que logra importantes ahorros de
combustible y hasta cuatro golpes del pistón por minuto. Sin saberlo, Papin se
encontraba muy cerca de desarrollar la máquina de vapor. Sin embargo, en 1705
Leibniz le hace llegar un dibujo de la máquina de Savery y, dos años más tarde,
diseña un nuevo tipo de máquina para elevar el agua, modificación de la de
Savery, en la que abandona el modelo de Huygens, lo que supuso un evidente
retroceso.¿QUE ES?

Una máquina de vapor es un motor de combustión externa que transforma la energía térmica de una cantidad de agua en energía mecánica. En esencia, el ciclo de trabajo se realiza en dos etapas:
Se genera vapor de agua en una caldera cerrada por
calentamiento, lo cual produce la expansión del volumen de un cilindro
empujando un pistón. Mediante un mecanismo de biela - manivela, el movimiento
lineal alternativo del pistón del cilindro se transforma en un movimiento de
rotación que acciona, por ejemplo, las ruedas de una locomotora o el rotor de
un generador eléctrico. Una vez alcanzado el final de carrera el émbolo retorna
a su posición inicial y expulsa el vapor de agua utilizando la energía cinética
de un volante de inercia.
El vapor a presión se controla mediante una serie de
válvulas de entrada y salida que regulan la renovación de la carga; es decir,
los flujos del vapor hacia y desde el cilindro.
El motor o máquina de vapor se utilizó extensamente durante
la Revolución Industrial, en cuyo desarrollo tuvo un papel relevante para mover
máquinas y aparatos tan diversos como bombas, locomotoras, motores marinos,
etc. Las modernas máquinas de vapor utilizadas en la generación de energía
eléctrica no son ya de émbolo o desplazamiento positivo como las descritas,
sino que son turbomáquinas; es decir, son atravesadas por un flujo continuo de
vapor y reciben la denominación genérica de turbinas de vapor. En la actualidad
la máquina de vapor alternativa es un motor muy poco usado salvo para servicios
auxiliares, ya que se ha visto desplazado especialmente por el motor eléctrico
en la maquinaria industrial y por el motor de combustión interna en el
transporte.
¿Para qué se inventó la máquina de vapor, con qué propósito?
La invención de la máquina de vapor es atribuida a Arquímedes, pero en realidad el primer trabajo sobre máquinas de vapor se debe a gran Herón de Alejandría, constructor de la famosa "eolipia", sin embargo él dice que es una recopilación de máquinas existentes y de otras de su propia invención y que no dejan de ser meros juguetes... Con James Watt se construye la primera máquina económica capaz de mover un objeto, un carro sin caballos. Pero el principal y fundamental aporte, fue la disminución de las pérdidas de energía en el sistema y con ello la disminución del consumo de combustible, el verdadero y auténtico problema que tienen estas máquinas térmicas. De allí sus usos fueron casi ilimitados. Al parecer la única cosa que no se construyó con éxito con ellas fue una máquina voladora.
¿Quien invento la maquina de vapor?
El primer registro de una máquina de vapor nos lleva hasta
Egipto, Heron de Alejandría poseía un manuscrito en donde la mencionaba, pero
la máquina de vapor no era la única, los artefactos que se describían allí no
se saben con certeza si fueron confeccionados por el mismo Herón; en realidad
nada en el texto señala quien pudo ser el artífice de los dispositivos que allí
se describían.
La primer máquina de vapor fue inventada por Eduard Somerst
en 1663, a partir de el modelo de Somerset se llevo a cabo la construcción de
un modelo denominado Vauxhall en 1665 en Londres, este proyecto tenía como
propósito elevar el agua de los pisos superiores de la construcción.
De todas maneras Somerset no pudo recaudar los capitales
suficientes para vender o producir su máquina lo que lo llevó a morir en la
pobreza. Por esto, probablemente, el hecho de que su invención fue atribuido a
Thomas Savery, sobre esta máquina a vapor obtuvo una patente en 1668. La
máquina de Savery se introdujo en las minas inglesas de forma muy limitada,
esto se debió a las grandes riesgos de explosión que existían por un
incontrolado incremento de la presión en la máquina.
Un relato anónimo afirma que si las máquinas de vapor no se
utilizaban correctamente podrían causar hasta la muerte; este relato hacía
referencia a un trabajado que por añadir una válvula de seguridad confeccionada
dos años antes para trabajar más deprisa y obtener más vapor, provocó una
explosión debido a que el vapor no puedo levantar el contrapeso ejercido y se
acumuló en el interior de la caldera. Este incidente acabó con la vida de este
pobre hombre. Lo mismo puede ocurrir hoy en día si no se utiliza la máquina de
vapor con responsabilidad y de forma adecuada; las grandes instalaciones son
complejas y por ende necesitamos que nos guíen, al menos, cuando las utilizamos
por primera vez.
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

La Revolución industrial fue un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, en el que Gran Bretaña en primer lugar,1 y el resto de Europa continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la historia de la humanidad, desde el neolítico.
La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por
otra dominada por la industria y la manufactura. La Revolución comenzó con la
mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del
hierro. La expansión del comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de
transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril. Las
innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor y la
denominada Spinning Jenny, una potente máquina relacionada con la industria
textil. Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad
de producción. La producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en
las dos primeras décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en otras
industrias e incrementó también su producción.
Así es que en la Revolución industrial se aumenta la
cantidad de productos y se disminuye el tiempo en el que estos se realizan,
dando paso a la producción en serie, ya que se simplifican tareas complejas en
varias operaciones simples que pueda realizar cualquier obrero sin necesidad de
que sea mano de obra cualificada, y de este modo bajar costos en producción y
elevar la cantidad de unidades producidas bajo el mismo costo fijo.

CAUSAS
La existencia de controles fronterizos más intensos evitaron
la propagación de enfermedades y disminuyó la propagación de epidemias como las
ocurridas en tiempos anteriores. La revolución agrícola británica hizo además
más eficiente la producción de alimentos con una menor aportación del factor
trabajo, alentando a la población que no podía encontrar trabajos agrícolas a
buscar empleos relacionados con la industria y, por ende, originando un
movimiento migratorio desde el campo a las ciudades así como un nuevo
desarrollo en las fábricas. La expansión colonial del siglo XVII acompañada del
desarrollo del comercio internacional, la creación de mercados financieros y la
acumulación de capital son considerados factores influyentes, como también lo
fue la revolución científica del siglo XVII. Se puede decir que se produjo en
Inglaterra por su desarrollo económico.
La presencia de un mayor mercado doméstico debería también
ser considerada como un catalizador de la Revolución industrial, explicando
particularmente por qué ocurrió en el Reino Unido.
La invención de la máquina de vapor fue una de las más
importantes innovaciones de la Revolución industrial. Hizo posible
mejoramientos en el trabajo del metal basado en el uso de coque en vez de
carbón vegetal. En el siglo XVIII la industria textil aprovechó el poder del
agua para el funcionamiento de algunas máquinas. Estas industrias se
convirtieron en el modelo de organización del trabajo humano en las fábricas.
Además de la innovación de la maquinaria, la cadena de
montaje (fordismo) contribuyó mucho en la eficiencia de las fábricas.
Revolución agrícola: aumento progresivo de la producción
gracias a la inversión de los propietarios en nuevas técnicas y sistemas de
cultivo, además de la mejora del uso de fertilizantes.
El desarrollo del capital comercial: Las máquinas se
aplicaron a los transportes y a la comunicación iniciando una enorme
transformación. Ahora las relaciones entre patronos y trabajadores son
únicamente laborales y con el fin de obtener beneficios.
Cambios demográfico-sociales: la modernización de la
agricultura permitió un crecimiento demográfico debido a la mejora de la
alimentación. También hubo adelantos en la medicina y en la higiene, de ahí que
creciera la población. También hubo una migración del campo a la ciudad porque
la ocupación en labores agrícolas disminuyó mientras crecía la demanda de
trabajo en las ciudades.
Esta primera revolución se caracterizó por un cambio en los
instrumentos de trabajo de tipo artesanal por la máquina de vapor, movida por
la energía del carbón. La máquina exige individuos más cualificados, produce
una reducción en el número de personas empleadas, arrojando de manera incesante
masas de obreros de un ramo de la producción a otra. Especialmente del campo a
la ciudad.
Economía industrial
Sin embargo, y a pesar de todos los factores anteriores, la Revolución industrial no hubiese podido prosperar sin el concurso y el desarrollo de los transportes, que llevarán las mercancías producidas en la fábrica hasta los mercados donde se consumían.
Estos nuevos transportes se hacen necesarios no sólo en el
comercio interior, sino también en el comercio internacional, ya que en esta
época se crean los grandes mercados nacionales e internacionales. El comercio
internacional se liberaliza, sobre todo tras el Tratado de Utrecht (1713) que
liberaliza las relaciones comerciales de Inglaterra, y otros países europeos,
con la América española. Se termina con las compañías privilegiadas y con el
proteccionismo económico; y se aboga por una política imperialista y la
eliminación de los privilegios gremiales. Además, se desamortizan las tierras
eclesiásticas, señoriales y comunales, para poner en el mercado nuevas tierras
y crear un nuevo concepto de propiedad. La Revolución industrial generó también
un ensanchamiento de los mercados extranjeros y una nueva división
internacional del trabajo (DIT). Los nuevos mercados se conquistaron mediante el
abaratamiento de los productos hechos con la máquina, por los nuevos sistemas
de transporte y la apertura de vías de comunicación, así como también, mediante
una política expansionista.
El Reino Unido fue el primero que llevó a cabo toda una
serie de transformaciones que la colocaron a la cabeza de todos los países del
mundo. Los cambios en la agricultura, en la población, en los transportes, en
la tecnología y en las industrias, favorecieron un desarrollo industrial. La
industria textil algodonera fue el sector líder de la industrialización y la
base de la acumulación de capital que abrirá paso, en una segunda fase, a la
siderurgia y al ferrocarril.
A mediados del siglo XVIII, la industria británica tenía
sólidas bases y con una doble expansión: las industrias de bienes de producción
y de bienes de consumo. Incluso se estimuló el crecimiento de la minería del
carbón y de la siderurgia con la construcción del ferrocarril. Así, en Gran Bretaña
se desarrolló de pleno el capitalismo industrial, lo que explica su supremacía
industrial hasta 1870 aproximadamente, como también financiera y comercial
desde mediados de siglo XVIII hasta la Primera Guerra Mundial (1914). En el
resto de Europa y en otras regiones como América del Norte o Japón, la
industrialización fue muy posterior y siguió pautas diferentes a la británica.
Unos países tuvieron la industrialización entre 1850 y 1914:
Francia, Alemania y Bélgica. En 1850 apenas existe la fábrica moderna en Europa
continental, sólo en Bélgica hay un proceso de revolución seguido al del Reino
Unido. En la segunda mitad del siglo XIX se fortalece en Turingia y Sajonia la
industrialización de Alemania.
Otros países siguieron un modelo de industrialización diferente
y muy tardía: Italia, Imperio austrohúngaro, España o Rusia. La
industrialización de éstos se inició tímidamente en las últimas décadas del
siglo XIX, para terminar mucho después de 1914.El surgimiento del proletariado urbano.

La industrialización que se originó en Inglaterra y luego se extendió por toda Europa no sólo tuvo un gran impacto económico, sino que además generó enormes transformaciones sociales
Proletariado urbano. Como consecuencia de la revolución
agrícola y demográfica, se produjo un éxodo masivo de campesinos hacia las
ciudades; el antiguo agricultor se convirtió en obrero industrial. La ciudad
industrial aumentó su población como consecuencia del crecimiento natural de
sus habitantes y por el arribo de este nuevo contingente humano. La carencia de
habitaciones fue el primer problema que sufrió esta población marginada
socialmente; debía vivir en espacios reducidos sin comodidades mínimas y
carentes de higiene. A ello se sumaban jornadas de trabajo, que llegaban a más
de catorce horas diarias, en las que participaban hombres, mujeres y niños con
salarios miserables, y carentes de protección legal frente a la arbitrariedad
de los dueños de las fábricas o centros de producción. Este conjunto de males
que afectaba al proletariado urbano se llamó la Cuestión social, haciendo
alusión a las insuficiencias materiales y espirituales que les afectaban.
Burguesía industrial. Como contraste al proletariado
industrial, se fortaleció el poder económico y social de los grandes
empresarios, afianzando de este modo el sistema económico capitalista,
caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción y la
regulación de los precios por el mercado, de acuerdo con la oferta y la
demanda.
En este escenario, la burguesía desplaza definitivamente a
la aristocracia terrateniente y su situación de privilegio social se basó
fundamentalmente en la fortuna y no en el origen o la sangre. Avalados por una
doctrina que defendía la libertad económica,los empresarios obtenían grandes
riquezas, no sólo vendiendo y compitiendo, sino que además pagando bajos
salarios por la fuerza de trabajo aportada por los obreros.
Las propuestas para solucionar el problema social. Frente a
la situación de pobreza y precariedad de los obreros, surgieron críticas y
fórmulas para tratar de darles solución; por ejemplo, los socialistas utópicos,
que aspiraban a crear una sociedad ideal, justa y libre de todo tipo de
problemas sociales (para algunos, el comunismo). Otra propuesta fue el
socialismo científico de Karl Marx, que proponía la revolución proletaria y la
abolición de la propiedad privada (marxismo); también la Iglesia católica, a
través del Papa León XIII, dio a conocer la Encíclica Rerum Novarum (1891),
primera Encíclica social de la historia, la cual condenaba los abusos y exigía
a los estados la obligación de proteger a lo más débiles. A continuación, un
fragmento de dicha encíclica:
« (...) Si el obrero presta a otros sus fuerzas a su
industria, las presta con el fin de alcanzar lo necesario para vivir y
sustentarse y por todo esto con el trabajo que de su parte pone, adquiere el
derecho verdadero y perfecto, no solo para exigir un salario, sino para hacer
de este el uso que quisiere (...) »
Estos elementos fueron decisivos para el surgimiento de los
movimientos reivindicativos de los derechos de los trabajadores. Durante el
siglo XX en medio de los procesos de democratización, el movimiento obrero
lograba que se reconocieran los derechos de los trabajadores y su integración a
la participación social. Otros ejemplos de tendencias que buscaron soluciones
fueron los nacionalismos, así como también los fascismos en los cuales se
consideraban a los obreros y trabajadores como una parte fundamental en el
desarrollo productivo de la nación, por lo que debían ser protegidos por el
Estado.
Gran Bretaña como centro Industrial
La Primera Revolución Industrial comenzó en Gran Bretaña.
Las causas de que fuese el país pionero en la industrialización fueron tener
una nueva mentalidad liberal económica en la cual se difundió el liberalismo
económico y permitió desarrollar un mercado más amplio. Otro factor fue poseer
numerosos yacimientos de hierro, usado para construir la maquinaria y las
herramientas y la red de ferrocarriles y contar con abundantes cuencas
carboníferas que producían carbón mineral, alimento para la maquinaria.
A mediados del Siglo XIX empezaron a cobrar importancia
países como Alemania y Estados Unidos, centros industriales de la Segunda
Revolución Industrial y otros próximos a Gran Bretaña: Francia, Bélgica y
Rusia.Principios fundamentales de la industria
Uno de los principios fundamentales de la industria moderna es que nunca considera a los procesos de producción como definitivos o acabados. Su base técnico-científica es revolucionaria, generando así, el problema de la obsolescencia tecnológica en períodos cada vez más breves. Desde esta perspectiva puede afirmarse que todas las formas de producción anteriores a la industria moderna (artesanía y manufactura) fueron esencialmente conservadoras, al trasmitirse los conocimientos de generación en generación sin apenas cambios. Sin embargo, esta característica de obsolescencia e innovación no se circunscribe a la ciencia y la tecnología, sino debe ampliarse a toda la estructura económica de las sociedades modernas. En este contexto la innovación es, por definición, negación, destrucción, cambio, la transformación es la esencia permanente de la modernidad. Principios fundamentales de la industria moderna es que nunca considera a los procesos de producción como definitivos o acabados. - El desarrollo de nuevas tecnologías, como ciencias aplicadas, en un receptivo clima social, es el momento y el sitio para una revolución industrial de innovaciones en cadena, como un proceso acumulativo de tecnología, que crea bienes y servicios, mejorando el nivel y la calidad de vida. Son básicos un capitalismo incipiente, un sistema educativo y espíritu emprendedor. La no adecuación o correspondencia entre unos y otros crea desequilibrios o injusticias. Parece ser que este desequilibrio en los procesos de industrialización, siempre socialmente muy inestables, es en la práctica inevitable, pero mensurable para poder construir modelos mejorados.
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